La radiación Ultra Violeta y su efecto en la población

Por Mario Lavorato*

Para mejorar la calidad de vida es necesario mejorar y aumentar el conocimiento sobre el clima y sus procesos atmosféricos dentro del territorio argentino. Hay que identificar los procesos meteorológicos y climáticos regionales que actúan directamente sobre el cambio climático local y regional. Estos procesos y cambios impactan directamente sobre el medio ambiente principalmente en la producción agrícola–ganadera y en la salud de la población. Por lo tanto, estos procesos pueden llegar a modificar y/o cambiar la calidad de vida de la población en general.

Relevancia del Problema

Cuando se habla del espectro de radiación, éste se asocia con bandas de colores, como los del arcoíris; la gama de colores del arcoíris solo representa el espectro de radiación visible. Por debajo y por encima de esta banda hay también radiación, solo que el ojo humano no la percibe, es otro el órgano que la detecta, y es en forma de calor (la piel). El espectro general de radiación es mucho mayor tal como lo muestra la Figura 1.

 

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Figura 1. Diagrama del espectro general de radiación, donde se observa principalmente las bandas de: Ultra Violeta (UV) – Visible – Infrarroja (IR)

En la Figura 1 se puede apreciar que la radiación visible va desde los 400 nanometros (nm) hasta los 750 / 800 nm, de allí en más comienza la denominada radiación infrarroja cercana que va desde los 800 nm hasta 4000 nm (4 µm) y más allá la radiación IR lejana y luego las ondas de radio…etc. Para el otro lado del espectro visible, se encuentra la radiación UV y más allá los rayos X…etc.

La principal fuente de radiación que llega al planeta es la que proviene del sol. A partir del experimento Lowtran 7 realizado por la NASA en el siglo pasado, se pudo conocer con certeza el espectro de radiación solar que llega a la Tierra. Se colocaron dos espectrómetros para medir la radiación incidente a la tierra, uno ubicado en un satélite orbitando la Tierra, para medir la radiación solar antes de tocar la atmósfera y el otro instrumento se colocó en un laboratorio a nivel del mar, en una zona con atmósfera limpia, para medir la radiación que logra penetrar la atmósfera y llega hasta el suelo (ver Figuras 2 y 3).

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Figura 2. Experimento Lowtran 7 – Espectro de la radiación solar fuera de la atmósfera comparada con la que llega a la superficie de la Tierra.

Si combinamos las figuras 1 y 2 obtenemos una mejor idea de cómo se distribuyen las bandas de radiación solar en la Tierra (Figura 3).

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Figura 3. Experimento Lowtran 7 combinado con las bandas UV – Visible – IR.

Radiación UV

De toda la radiación que recibe la tierra proveniente del sol, la Ultra Violeta es la más poderosa ya que afecta notablemente la vida en la Tierra, en parte gracias a su presencia se desarrolló la vida en la tierra, un exceso de la misma puede ser letal para los seres vivos y la vegetación en general. La radiación UV solo representa entre el 5 % y el 6 % de la radiación solar total que llega a la Tierra. Es invisible al ojo humano pero no a la sensibilidad de la piel; y cubre la banda espectral entre los 180 nm y los 395 nm.

El rango de radiación UV proveniente del sol fue dividido arbitrariamente en tres bandas: UVC de 180 nm a 280 nm, UVB de 280 nm a 320 nm y UVA de 320 nm a 400 nm (figura-1). La radiación UV tiene un alto impacto sobre las substancias orgánicas y por ende sobre los seres vivos. Esta radiación es esencial para la vida de humanos, animales y plantas sobre la Tierra porque solo la radiación UV estimula la síntesis de algunas vitaminas necesarias para la vida. El exceso de radiación incidente, por el contrario, puede provocar entre otros efectos la mutación y/o destrucción del ADN en los seres vivos provocando enfermedades terminales.

Uno de los efectos más evidentes de la radiación UV, es la quemadura de sol, conocida bajo la denominación de Eritema de piel. Las personas de piel oscura están protegidas de la mayoría de estos efectos por el pigmento de sus células cutáneas; mientras que las personas de piel blanca son las que se encuentran en mayor peligro por los daños eritémicos que esta radiación provoca.

La radiación UVC es letal, pero por suerte no llega a la superficie de la tierra ya que es detenida por la atmósfera superior. Los Rayos UVB llegan a la superficie terrestre y pueden dañar seriamente el material genético de las células hasta causar Cáncer. Por último, la radiación UVA es menos dañina ya que solo un 17 % de la misma produce daño, el resto favorece el desarrollo de la vida. Se crea entonces otra banda denominada UVE (UV dosis Eritémica) y comprende toda la banda UVB y solo un 17 % de la banda UVA.

De acuerdo a la información proveniente de la NASA y de la ESA (Agencia Espacial Europea) de toda la radiación UV que llega al suelo, el 94 % corresponde a la UVA y solo el 6 % de la misma a la UVB; pero ese pequeño porcentaje puede llegar a causar daños irreparables en los seres vivos. Estas mismas agencias nos dicen que para que se produzca eritema o enrojecimiento de piel son tres factores que se deben tener en cuenta:

  • El tipo de piel.
  • La intensidad de la radiación recibida.
  • El tiempo de exposición a la radiación.

Para catalogar los tipos de piel y su sensibilidad a la radiación UV, la Tabla 1 describe los tipos o fototipos de piel, sus características y tolerancias a dicha radiación. Por lo tanto, la piel humana se puede caracterizar dividiéndola en 6 grupos, de acuerdo a la sensibilidad que tienen cuando son expuestas a la radiación solar.

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Tabla 1. Fototipos de piel 

La exposición prolongada al sol y por ende a la radiación UV o, cuando esta llega en exceso a la superficie de la tierra puede producir daños irreparables a la salud ya que su efecto es acumulativo. El exceso de radiación está asociado principalmente del espesor de la capa de ozono estratosférico y/o dependiendo de la región, puede estar asociado a la posición del agujero de ozono sobre la Antártida. Por lo tanto es de suma importancia realizar mediciones en las bandas UVA + UVB (o directamente en la banda UVE) día a día (24/7) durante todo el año y en tiempo real. Así la población podría ser advertida cuando la radiación llega a niveles críticos o, pasan del límite de tolerancia sobre todo para los grupos de individuos de los fototipos 1 y 2. Los principales órganos afectados son la piel y la vista. La dosis eritémica o dosis de eritema media (DEM) es la cantidad de radiación que se necesita para que se produzca el enrojecimiento de la piel a una persona con buena salud; y esa cantidad va a depender del tipo de piel de cada individuo, por ello no se puede generalizar indicando valores máximos ya que un individuo de piel negra, fototipo 6 puede estar expuesto mucho más tiempo al sol que un individuo del fototipo 1.

Consejos para la Salud:

  • No vayan a las playas a tomar sol al mediodía.
  • No vayan a las plazas al mediodía y tirarse en el pasto al sol para mantener el bronceado.
  • En verano si están en la calle y hay sol, conviene cubrirse y usar anteojos.
  • Tener mucho cuidado principalmente en el verano con los chicos, el efecto nocivo del UV en el organismo es acumulativo.

* Mario Lavorato es Ingeniero Electromecánico orientación Electrónica, Universidad de Buenos Aires. Docteur en Electronique, Universitè PARIS XIII, Villetaneuse, Francia. Es investigador adscripto de la Universidad Católica Argentina en el Grupo de Estudios sobre Clima, Ambiente y Sociedad de la Facultad de Cs. Fisicomatemáticas e Ingeniería.

Durante el 2015 se registró uno de los agujeros de ozono más grandes

Por Gerardo Carbajal*

El pasado año 2015, se ha observado que el agujero de ozono sobre la Antártida es uno de los más grandes que se tiene registro. Este reporte, tiene como objetivo analizar el estado de la capa de ozono sobre la Antártica, para evaluar el estado en el que se encuentra, usando todas las herramientas y datos disponibles por la Organización Meteorológica Mundial (OMM)

Desde el 2009 hasta el 2014, el agujero de ozono tenía una tendencia a recuperarse, es decir, en extensión más pequeño y cada vez, menos persistente. Esta situación había entusiasmado a la comunidad científica, porque se notaba el éxito del Protocolo de Montreal, que se propone, una disminución de la emisión de sustancias que agotan la capa de ozono. Sin embargo, durante el primer semestre del 2015, las condiciones dinámicas de la estratosfera y troposfera, preparan las condiciones ideales para un agujero de ozono de dimensiones históricas.

Iniciemos por definir el concepto de agujero de ozono: la comunidad científica considera que el 90% del ozono en la Atmósfera se encuentra en la estratosfera, mientras que el 10% restante está en la troposfera. Al medir la Columna Total de Ozono (CTO) podemos estimar o cuantificar el contenido de ozono estratosférico. La unidad de medición que se usa es la Unidad Dobson (UD). Mil UD equivalen a una columna de ozono de un centímetro de espesor en condiciones normales de presión (1atm) y temperatura (273 K). Dentro de dicho acuerdo, se considera agujero de ozono cuando la medición satelital o superficial, es menor o igual a 220 UD.

El agujero de ozono se presenta año con año en la Antártida, mientras que en el Ártico no siempre se presenta. Esta situación se explica porque Hemisferio Norte, al tener más continente, generan más ondas atmosféricas que son las encargadas de transportar más flujo de calor, que a su vez calientan la estratosfera, que es una condición no propicia para la formación de Nubes Estratosféricas Polares (NEPs) que son las que contienen las sustancias destructoras de la capa de ozono (HNO3, HBr y HCl). Esta situación es contraria al Hemisferio sur, debido a que hay menos ondas atmosféricas, menor transporte de flujo de calor y por lo tanto, mayor enfriamiento estratosférico, ideal para la formación de las NEPs. Las condiciones de la troposfera y estratosfera durante el invierno austral (junio a agosto) sientan el escenario y las condiciones para la formación de las NEPs

La cantidad de vapor de agua en la estratosfera es muy baja, solamente 5 de entre un millón de moléculas de aire, son moléculas de agua, lo cual significa que bajo condiciones normales no existen nubes en la estratosfera. Sin embargo, cuando la temperatura cae abruptamente por debajo de los -78°C, empiezan a formarse nubes que consisten en una mezcla de agua y ácido nítrico. Estas últimas son llamadas NEPs del tipo I. En la superficie de partículas en la nube tienen lugar reacciones químicas que transforman compuestos halógenos pasivos e inocuos (por ej. HCl y HBr) en las denominadas especies activas de cloro y bromo (por ej. ClO y BrO). Estas formas activas de cloro y bromo provocan una rápida pérdida de ozono en condiciones de radiación solar a través de ciclos catalíticos en los que una molécula de ClO puede destruir miles de moléculas de ozono antes de ser finalizadas, a través de la reacción con dióxido de nitrógeno. (NO2).

Cuando las temperaturas disminuyen abruptamente por debajo de los -85°C, se formarán nubes que consisten de puro hielo de agua. Estas últimas son denominadas NEPs del tipo II. Las partículas en ambos tipos de nubes pueden crecer tanto que ya no flotan en el aire y precipitan fuera de la estratosfera. En este proceso traen consigo ácido nítrico. El ácido nítrico es un depósito que libera NO2 bajo condiciones de radiación. Si el NO2 es removido físicamente de la estratósfera (proceso denominado desnitrificación), el cloro y bromo activos pueden destruir muchas más moléculas de ozono antes de ser estabilizadas. La formación de nubes de hielo llevará a una pérdida más severa de ozono que la que causa el NEP de tipo I por sí mismo, puesto que las especies halógenas son más efectivamente activadas cuando se encuentran en las superficies de partículas de hielo de mayor tamaño.

El vórtice polar antártico es un gran sistema de baja presión en el que vientos de gran velocidad (el jet polar) en la estratósfera, rodean el continente antártico. La región del jet polar en dirección del polo, incluye las temperaturas más bajas y las pérdidas de ozono más grandes que tengan lugar en el mundo. Durante el inicio de agosto, la información de parámetros meteorológicos y las medidas de estaciones de superficie, globos sondas y satélites relativas al ozono y otros componentes pueden brindar algún discernimiento en el desarrollo del vórtice polar y por ende del agujero de ozono que tendrá lugar más adelante en la estación del año.

 

CONDICIONES METEOROLOGICAS.

Temperatura.

Los datos MERRA provenientes de la NASA, muestran que las temperaturas estratosféricas sobre la Antártida, han estado por debajo del umbral del PSC tipo I de 194.6 K desde el 11 de mayo y por debajo del umbral del PSC tipo II de 187.8 K desde el 3 de junio, tal como se muestra en la Figura 1. Dicha figura también muestra que las temperaturas diarias mínimas en el nivel de 50hPa han estado por debajo del promedio entre 1979 y 2014 desde mediados de abril. Duran-te varios días en abril, mayo, julio y agosto la temperatura mínima en los 50hPa estuvo por debajo de la mínima entre 1979 y 2014. A fines de septiembre y principios de octubre, es decir una época del año en la cual las temperaturas normalmente aumentan después de la noche polar, la temperatura máxima disminuyó abruptamente y el 3 de octubre alcanzó los 181.9K, lo cual es alrededor de los 8K por debajo del promedio entre 1979 y 2014. Después de ello, la temperatura mínima ha aumentado pero se encuentra todavía cercana al valor mínimo de largo plazo.

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Figura 1. Series de tiempo para el año 2015 de temperaturas mínimas en los niveles isobáricos de 10hPa (izquiera), 50hPa (medio) y 100hPa (derecha)

 

Area y volumen del NEPs.

Desde el 29 de junio, las temperaturas lo suficientemente bajas para la formación de ácido nítrico trihidratado (NAT o NEP del tipo I) han cubierto un área de más de 20 millones de kilómetros cuadrados en el nivel isentrópico de 460 K (Figura 2, panel izquierdo). Desde el comienzo de las temperaturas NAT a principios de mayo el área NAT estuvo oscilando alrededor el valor medio de largo plazo en mayo y junio y permaneció cercano al promedio de julio. En agosto el área NAT ha estado por encima del valor medio, con respecto a la mayoría de los días. Desde el 5 de agosto el área NAT alcanzó un máximo para la estación del año con 28.2 millones de kilómetros cuadrados, lo cual es superior al máximo alcanzado en años recientes. Es necesario volver al 2009 para encontrar un área NEP máxima (28.4 millones de kilómetros cuadrados). También en septiembre hasta el presente, el área NAT ha estado por encima del valor medio.

Antes que observar el área NAT en un nivel discreto de la atmósfera, tiene más sentido observar el volumen de aire con temperaturas lo suficientemente bajas como para formar el NAT. El denominado volumen NAT se deriva integrando las áreas NAT sobre un rango de niveles de entrada. La progresión diaria del volumen NAT en el 2012 se muestra en la Figura 2 (panel derecho) en comparación con inviernos recientes. El volumen NAT estuvo relativamente bajo entre mayo y principios de agosto. Durante agosto el área NAT fue similar al de años recientes (2011, 2013 y 2014) y superior al de 2012. En octubre el volumen NAT ha descendido más lentamente con respecto al promedio para la estación y en el presente se encuentra cercano o aún por encima del valor máximo, correspondiente a octubre.

El área o volumen con temperaturas lo suficientemente bajas para la existencia de NEPs se encuentra directamente relacionado con la cantidad de la pérdida de ozono que tendrá lugar más tarde en la estación del año, pero el grado de la pérdida de ozono depende también de otros factores, como la cantidad de vapor de agua y HNO3. Después de un comienzo tardío el debilitamiento del ozono ha progresado rápidamente en septiembre y principios de octubre y el 2015 el agujero de ozono es el más extenso por área de superficie desde el 2006.

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Figura 2. Serie de tiempo del área (izquierdo) de la región donde las temperaturas son suficientemente bajas para formar ácido nítrico trihídratado (NEP I) en el nivel isentrópico de 460K. Serie de tiempo del área (derecho) de la región donde las temperaturas son suficientemente bajas para formar ácido nítrico trihídratado (NEP II)

Estabilidad del vórtice.

El flujo de calor promediado longitudinalmente entre los 45°S y los 75°S es una indicación hasta qué grado está perturbada la estratosfera. En la Figura 3 se muestra el desarrollo del flujo de calor. Lea el subtítulo para mayores detalles de cómo interpretar el gráfico.

Durante mayo y junio el valor medio de 45 días del flujo de calor estuvo más bajo que el promedio de 1979 a 2014 o por debajo del mismo. En junio fue algo más grande que el promedio de todos los años. En julio y agosto el flujo de calor fue notablemente más pequeño que el valor medio de todos los años, lo cual es una indicación de un vórtice estable. A principios de septiembre el flujo de calor permaneció bajo y en algunos días a principios de dicho mes, el flujo de calor fue más pequeño que el mínimo histórico de todos los años. Durante el mes de septiembre el flujo de calor ha aumentado algo pero permaneció comparativamente bajo. En octubre el flujo de calor ha estado cercano o por encima del percentil 90 con respecto a meses precedentes a octubre retrocediendo hasta 1979.  El flujo de calor diario, muestran que ocurre un evento de onda a principio de noviembre, lo cual calienta y debilita el vórtice.

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Figura 3. Serie de tiempo del flujo de calor meridional en la región de 45-75°C

La Figura 4 muestra los mapas de vorticidad potencial (PV) en el nivel isentrópico de 475K para la fecha del 27 de octubre para los años del 2006 al 2015. Este nivel corresponde a aproximadamente 19-20 km de altura. Se puede ver que el vórtice polar en el 2015, cubre un área más extensa que en la mayoría de los otros años. Es también concéntrico alrededor del Polo Sur. Los valores PV absolutos son también más extensos que en muchos de los años recientes.

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Figura 4. Mapas de Vorticidad Potencial (PV) en el nivel isentrópico de 475K para el día 27 de octubre de los años 2006 al 2015. Los mapas muestran que el vórtice del año 2015 (abajo a la derecha) es el más grande de los últimos años.

Las temperaturas en vórtice del Polo Sur, son en el mes de octubre más frías que lo usual y el 24 de octubre por encima del Polo Sur un ozonosonda observó -83.9°C en los 17.3 km de altura (62.2hPa). La Figura 5 muestra mapas de temperatura en 63.4hPa para el 24 de octubre de 2013, 2014 y 2015, mostrando que las temperaturas son considerablemente más bajas en el 2015 que en los dos años anteriores. Esta es la situación tanto dentro como fuera del vórtice polar.

 

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Figura 5. Mapas de temperatura para el Hemisferio Sur del 24 de octubre de los años 2013 (arriba), 2014 (centro) y 2015 (abajo). A nivel de 63.4hPa de acuerdo a los radiosondeos efectuados para esa fecha, y muestra que las temperaturas más bajas en el Hemisferio Sur son para el año 2015.

 

 

OBSERVACIONES DE OZONO

Observaciones satelitales.

El sol ha regresado en la mayor parte de la Antártida y el debilitamiento del ozono se encuentra en camino. Los datos satelitales muestran las columnas mínimas de ozono por debajo de las 110 UD. La Figura 6 muestra las columnas de ozono mínimas tal como han sido medidas por el instrumento GOME-2 a bordo del satélite MetOp en comparación de datos para años recientes retrocediendo hasta el 2007 (SCIAMACHY y GOME-2). Durante la mayor parte de agosto las columnas mínimas han estado por encima del promedio para la época del año en comparación con los siete años más recientes. En septiembre y principios de octubre el ozono total ha disminuido rápidamente y alrededor de principios de octubre el valor mínimo de ozono se encuentra entre los más bajos observados en años reciente, es decir del 2008 hasta el presente.

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Figura 6. Columna Total de Ozono diarias en el Hemisferio Sur.

La Figura 7 muestra los mapas satelitales del OMI para el 7 de octubre para los años del 2006 al 2015. A pesar de la aparición tardía del debilitamiento del ozono en el 2015, el tamaño del agujero de ozono es comparable en el presente al observado en el 2011 y el 2006. El vórtice ha estado y continúa siendo muy estable y concéntrico alrededor del Polo Sur. Esto junto con las temperaturas relativamente bajas contribuyen a un debilitamiento prolongado del ozono.

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Figura 7. Mapas de Ozono Total para el 25 de octubre para los años 2006 al 2015.

Estadísticas a largo plazo.

Con el objeto de evaluar la severidad del agujero de ozono, se puede promediar el área del agujero de ozono, durante varios períodos de tiempo y que además, sean representativos. Se han usado varios períodos de tiempo por parte de diferentes investigadores y cuatro de dichos períodos, se usan comúnmente para esta finalidad. El promedio es para los años comprendidos entre 1979 y el presente. Los cálculos son realizados en KNMI (Instituto Holandés de Meteorología, basados en datos Multi-Sensor (Re análisis, SCIAMACHY, GOME-2) y por los satélites de la NASA (TOMS y OMI).

Hasta ahora, se calcularon los promedios de los tres períodos de tiempo:
a) Los últimos diez días de septiembre.
b) Del 7 de septiembre al 13 de octubre.
c) Los treinta días consecutivos, que se consideran los peores.
d) Del 19 de Julio al 30 de noviembre.

Estos resultados se muestran en la Figura 8.

Los datos del KNMI en la columna de la izquierda y de la NASA en la columna de la derecha.
a) Se puede apreciar que el área del agujero de ozono promediada durante los diez últimos días de septiembre, el agujero de ozono era más extenso en el año 2003, seguido del año 2006 y 1998, siendo el cuarto promedio más grande, el del año 2015.
b) Observando el período del 7 de septiembre al 13 de octubre (paneles medios), el área del agujero de ozono para el 2015 es el octavo más grande de la serie.
c) Para el promedio de los peores 60 días consecutivos, el KNMI muestra que el año 2015 es el segundo más grande, mientras que la NASA pone al año 2015, como el agujero de ozono más grande promediado.
d) Finalmente, el último periodo promediado, muestra que el KNMI pone como el sexto mayor agujero de ozono en el 2015, mientras que la NASA considera al 2015 como el séptimo.

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Figura 8. Área del agujero de ozono para los años 1979 al 2015, promediando en cuatro períodos de tiempo.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Boletín del Agujero de Ozono 2015, World Meteorologycal Organization (WMO).
  2. NASA Goddard Space Flight Center. http://ozonewatch.gsfc.nasa.gov/meteorology/flux_2015_MERRA_SH.html

 

* Gerardo Carbajal Benítez es Magister en Química de la Atmósfera por la Universidad Nacional Autónoma de México. Es investigador de la Universidad Católica Argentina en el Grupo de Estudios en Clima, Ambiente y Sociedad de la Facultad de Cs. Fisicomatemáticas e Ingeniería. 

Hidrografía de la Cuenca del Río Tecka-Gualjaina, Chubut, Argentina

Por Mariana Paula Torrero*

Los estudios hidrográficos permiten conocer y analizar los parámetros morfométricos de una cuenca y éstos junto a los hídricos permiten relacionar la dinámica y comportamiento hídrico-ambiental. La respuesta de cada cuenca hidrográfica es única desde el punto de vista hidrológico y las interrelaciones entre la estructura de la red de drenaje y los procesos hidrológicos son características particulares de cada una. El conocimiento de estos factores es fundamental para la conservación y protección del recurso hídrico y la planificación y ordenación del territorio. A nivel internacional existe consenso en utilizar a las cuencas hidrográficas como unidades de gestión y de planificación del territorio.

Los trabajos sobre cuencas hidrográficas son escasos y en algunos casos inexistentes como lo que sucede en la Patagonia Argentina. Por ello y por la importancia que reviste el agua como fuente de vida, se realizó un estudio integral de la cuenca hidrográfica del Río Tecka-Gualjaina, en el noroeste de la provincia de Chubut, dentro del cual el aspecto hidrográfico fue uno de los contemplados. El trabajo se realizó en el marco de un proyecto de investigación financiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, siendo contraparte la Pontificia Universidad Católica “Santa María de los Buenos Aires”.

El Río Tecka nace en las sierras occidentales de la provincia de Chubut, Argentina, a 1.350 msnm, a los 43°35’18 Lat. S y 71°21’03 Long. O. Fluye inicialmente en sentido O – E durante unos 45 km, para luego tomar rumbo S – N hasta su desembocadura en el Río Chubut (Fig.1). En la afluencia del Arroyo Pescado, 43°02’22’’ Lat. S; 70°47’23’’ Long. O, el Río Tecka toma el nombre de Río Gualjaina; entre ambos poseen una longitud de 206 km. Estos ríos, dan nombre a la cuenca Tecka – Gualjaina que forma parte de la cuenca exorreica de vertiente atlántica del Río Chubut. La mayor altura es de 2.210 m y se encuentra en la cuenca baja en el Cordón de Esquel. El clima de la región es árido y frío, las precipitaciones, concentradas en invierno, no superan los 200 mm anuales y la temperatura media anual es de 10ºC. Los suelos predominantes son Aridisoles Calciortides, Natrargides, Paleoargides y Paleortides; Inceptisoles Distrandeptes y Molisoles Criacuoles, Haploboroles y Haploxeroles. El área se caracteriza por el desarrollo de mallines, de gran importancia ecológica y potencial productivo, los cuales se encuentran degradados o destruidos como consecuencia de procesos naturales o por la intervención antropogénica. La vegetación predominante es de estepa subarbustiva-graminosa.

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Figura 1: Localización e hidrografía de la cuenca del Río Tecka-Gualjaina, Chubut, Argentina

 

Se destacan la ciudad de Tecka, cabecera del departamento Languiñeo, cuya principal actividad es ganadera y en menor medida se realiza el cultivo sobre las planicies de inundación; y el poblado de Gualjaina, a orillas del Arroyo Lepá, principal afluente del Río Gualjaina. Tecka.

El procesamiento de los datos se realizó con un Sistema de Información Geográfica el cual permite la georreferenciación de todo el material trabajado, el análisis, la interrelación de la información y finalmente la obtención de resultados.

Las variables obtenidas se presentan en la Tabla 1. Las variables físicas que se calcularon para determinar las dimensiones de la cuenca son el área la cual arrojó un valor de 5.318 km2 y el perímetro, con un resultado de 651 km; ambos valores definen una cuenca de tamaño grande. El conocimiento del área de drenaje es indispensable en el análisis hidrológico porque en función de ella se obtienen los aforos y la relación entre precipitación y caudal. El perímetro no brinda por sí solo información acerca del tamaño de la cuenca, pero es útil para comparar cuencas de igual superficie. Esta última variable está relacionada con la litología y la edad de la cuenca. También se calculó el relieve disponible, siendo de 1.736,7 m. La longitud total de los cursos se calculó y ordenó de acuerdo con la jerarquización propuesta por Horton dando como resultado una cuenca de jerarquía 6. La pendiente media de la cuenca es de 2,12 % lo que da idea de un relieve bastante plano. Sin embargo, a largo del perímetro de toda la cuenca, se destaca la presencia de importantes relieves positivos. Este parámetro es de gran importancia porque indica la velocidad media de la escorrentía, su poder de arrastre y el  poder de erosión sobre la cuenca.

El cauce se caracteriza por el desarrollo de meandros, principalmente en la parte inferior de la cuenca media y en la cuenca baja y el coeficiente de almacenamiento, refleja que el agua tiende al escurrimiento y por ende a incrementar la erosión, donde las condiciones del suelo lo permitan, llegando así más rápidamente al caudal de pico en su desembocadura. El tiempo de concentración, de tan solo 4hs 15´, debe ser precisamente considerado dado que representa la rápida escorrentía en la cuenca, es una de las variables fundamentales a tener en cuenta en la gestión de los recursos hídricos.

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Tabla 1. Variables morfométricas de la cuenca del Río Tecka-Gualjaina.

 

* Mariana Paula Torrero es Doctora en Geografía por la Universidad Nacional del Sur. Es investigadora de la Universidad Católica Argentina en el Grupo de Estudios sobre Clima, Ambiente y Sociedad de la Facultad de Cs. Fisicomatemáticas e Ingeniería.

Calentamiento global, pero, ¡qué frío!

Por Eduardo Agosta Scarel*

En el post anterior vimos que este año 2016, como el anterior 2015, serán un año de importante “calentamiento global”. Es decir, que la temperatura media global de superficie estará entre los valores más elevados registrados en el período instrumental (desde al menos 1851 hasta el presente). Todo ello por la combinación de dos procesos: tuvimos un año 2015 de “súper El Niño” que desde el océano Pacífico entregó a la atmósfera tanto calor acumulado durante varios años anteriores en los cuales gozamos de una “relativa calma” en cuanto a calentamiento global. Este exceso de calor se había almacenado en el océano lentamente y ampliamente, a causa del desbalance energético radiativo, causado por la constante y acumulativa emisión de Gases de Efecto Invernadero (entre ellos, el dióxido de carbono) debido el consumo de combustibles fósiles, deforestación y el cambio de uso de suelos.

Sin embargo, por estas latitudes del cono sur de América Latina, nos preguntamos ahora si no es otra broma esto de que el año 2016 será tan caliente, al menos como el 2015, el cual registró un calentamiento de más de 1,15°C en promedio global. Nos sonreímos al escuchar esto porque desde hace un par de meses el otoño avanzó sobre nosotros como uno de los mejores inviernos. De hecho, mayo en la provincia de Buenos Aires ha sido uno de las más fríos de los últimos 60 años.

Pues bien, qué mejor ejemplo para entender el calentamiento global que este frío que estamos pasando. Que el sistema climático cada año tenga un excedente de energía apartándolo del equilibrio térmico, implica, además de un sensible calentamiento del aire en el largo plazo, la exacerbación de los extremos meteorológicos y climáticos; esto es según la teoría. Esta exacerbación se da en escala regional, y puede darse como extremos de precipitación (días de mucha lluvia, o de sequía prolongada), o como extremo de temperatura (más olas de frío, más olas de calor). Por eso también solemos llamar a este proceso “cambio climático” casi como equiparable e intercambiable con el de “calentamiento global”. Esto es así porque experimentamos que los climas de las regiones están cambiando, especialmente en sus valores medios y extremos.

En el mes de marzo pasado, aunando el esfuerzo de varios Centros Climáticos Mundiales, se pudo procesar un pronóstico climático estacional para el trimestre de Junio-Julio-Agosto (nuestro invierno) para todo el globo, anticipando la información en tres meses. La Figura 1 muestra el mapa producido con el “ensamble” (promedio) de 27 simulaciones producidas por 9 Modelos Climáticos Globales. Se trata del mapa experimental de anomalías de temperatura de superficie para el presente invierno. Las tonalidades en rojo indican calentamiento del aire, y las tonalidades en azul, enfriamiento del aire. De la figura se hizo evidente dos cosas: ya en marzo veíamos que gran parte del planeta en los meses que venían del trimestre Junio-Julio-Agosto, iba a experimentar intenso calentamiento respecto a lo normal. Pero, sin sorpresa, el sur de Sudamérica, en particular Argentina, iba a experimentar un invierno más frío de lo normal. Del mapa se hace incuestionable que, si promediamos la temperatura global, el resultado será un valor positivo de anomalía de temperatura global, o sea calentamiento, aunque regionalmente, Argentina, presenta temperaturas frías.

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Figura 1: Ensamble de 27 simulaciones de 9 Modelos Climáticos Globales. Anomalía de la temperatura de superficie, respecto a la climatología 1981-2010. Pronóstico estacional experimental realizado en marzo del 2016, para el trimestre Junio-Julio-Agosto 2016. Escala de colores en grados centígrados.

 

El resultado del mapa tiene una explicación conocida por los climatólogos, es parte de la dinámica del clima. La Figura 2 es el mismo mapa de la Figura 1 pero con un pronóstico elaborado más recientemente, en el mes de mayo, con lo cual al estar más cerca del trimestre Junio-Julio-Agosto, la predicción puede llegar a ser más precisa. Vemos que la señal global sigue siendo la misma: todo el planeta se estará (se continuará) calentando durante este invierno. Sobre Argentina prevalece la señal fría, pero más acotada al centro-norte del país. Este resultado se parece, por lo menos hasta ahora, más a lo observado en nuestro país. Con lo cual, podríamos decir: pues sí, este invierno nos tocará más frío que otros, pero hete aquí que el planeta se sigue calentando.

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Figura 2: Igual que la Fig. 1, pero realizado en mayo del 2016. [Ensamble de 27 simulaciones de 9 Modelos Climáticos Globales. Anomalía de la temperatura de superficie, respecto a la climatología 1981-2010. Pronóstico estacional experimental realizado en mayo del 2016, para el trimestre Junio-Julio-Agosto 2016. Escala de colores en grados centígrados.]

 

¿Qué ocurrirá en el trimestre de primavera? El resultado experimental de los modelos arroja que tendremos en Argentina una primavera cercana a lo normal, tirando a un poquito más cálida y, sobre todo, seca… pero bien, no muestro la figura porque, como ya he dicho, se trata de un resultado experimental. Cuando llegue septiembre, veremos qué empieza a ocurrir.

* Eduardo Agosta Scarel es Doctor de la Universidad de Buenos Aires en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos. Es Investigador Adjunto del CONICET en el Equipo de Estudios en Clima, Ambiente y Sociedad de la Facultad de Cs. Fisicomatemáticas e Ingeniería

Cambio Climático: ¿Por qué te sigues calentando?

Por Eduardo Agosta Scarel*

Las estimaciones del calentamiento global a partir de observaciones de superficie de temperatura sobre la tierra y el océano muestran que el año 2015 ha sido el más cálido del período instrumental. Este calentamiento global (anomalía de temperatura media global positiva) fue cercano a 1°C respecto de la media en el período 1901-2000. En correspondencia con este comportamiento, el calentamiento global del trimestre diciembre-febrero de la temporada del invierno boreal 2015/16 muestra un calentamiento también récord de 1,15°C. La Figura 1 muestra la variación año a año de este calentamiento trimestral desde 1881 hasta el presente, donde claramente se observa que la temporada 2015/16 es la más caliente. La tendencia lineal global explica el 75% del comportamiento lento del calentamiento observado, lo cual sugiere un forzado del sistema climático más allá de su variabilidad natural.

A comienzos de la década del 2000, hubo un período relativamente extenso (hasta 2012) de “hiato” en el calentamiento de la temperatura del aire en superficie. Ello en parte debido a la variabilidad natural. Sin embargo, cabe notar que un “hiato” en el calentamiento de la temperatura media global de superficie no significa una desaceleración del fenómeno conocido como calentamiento global del sistema climático debido al incremento de la concentración de gases de efecto invernadero. Por el contrario, en esa década el contenido de calor en los océanos estuvo en franco ascenso, indicando que la energía se estuvo almacenando allí. La Figura 2 nos muestra la relación de los cambios a lo largo de décadas en la energía acumulada globalmente en el sistema climático con cambios en la temperatura media global de superficie (Fig. 2a) y con cambios en el almacenamiento de calor en el océano (Fig. 2b). De ellas se ve que la relación entre los cambios de la energía del sistema climático y de la temperatura muestra una importante dispersión. Esto es así porque la temperatura global de superficie no es una medida lineal del calentamiento global (Fig. 2a). En cambio, la dispersión de los cambios de la energía acumulada en el sistema climático en relación con el almacenamiento de calor en océanos se ajusta muy bien a una línea recta, indicando que el contenido de calor en los océanos es una medida directa y lineal del calentamiento global (Fig. 2b). Justamente, el año 2015 fue un año caracterizado por El Niño muy intenso. Esto significa un calentamiento exacerbado de la temperatura superficial del océano Pacífico ecuatorial y una consecuente liberación de calor hacia la atmósfera. Por eso hemos tenido un récord de calentamiento en la temperatura media global del aire en superficie.

¿Qué podemos esperar para el 2016? Haciendo una analogía de lo ocurrido en otros años con El Niño intenso (1982 y 1997), uno puede hacer algunas inferencias. La evolución mensual de la temperatura media global del aire en superficie y en tropósfera alta son similares entre los años 1982, 1997 y 2015. Tanto El Niño de 1982 como el de 1997 terminaron con condiciones La Niña en 1993 y 1998, respectivamente, o sea, con temperaturas del océano más frías, con lo cual cabe esperar que el 2016 sea también año La Niña (figura no mostrada). Pese a haber sido años La Niña, el pico de calentamiento de la temperatura media global del aire en superficie y en tropósfera alta ocurrió en los meses de otoño e invierno de 1993 y 1998 (figura no mostrada). Ello sugiere entonces, que los récords mensuales de temperatura todavía están por venir en estos meses del invierno austral 2016. Eso incluso lo sugieren los grandes centros globales de pronóstico del clima de la tierra a partir del modelado numérico de la atmósfera y el océano.

 

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Figura 1: Anomalía de la temperatura media global de superficie sobre tierra y océano, respecto de la media del período base 1901-2000, para el trimestre diciembre-febrero. Valores negativos (azul) indican enfriamiento global respecto del período base. Valores positivos (rojo) indican calentamiento global respecto del período base. La curva punteada en amarillo es la tendencia lineal global y muestra un calentamiento de 0,07 grados centígrados por década.

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Figura 2: Relación entre tendencias decadales del contenido de energía del sistema climático y: a) tendencias decadales en la temperatura global de superficie; b) tendencias decadales del almacenamiento de calor oceánico total. Tonos más amarillos indican una frecuencia relativa mayor. Los datos provienen de 24 simulaciones de control preindustrial del programa CMIP5, con una longitud total de 14,000 años. Figura reproducida a partir de von Schuckmann et al. (2016), el cual sigue a Palmer y McNeall (2014).

 

Referencias:
Palmer, M. D., McNeall, D. J. & Dunstone, N. J. (2011). Importance of the deep ocean for estimating decadal changes in Earth’s radiation balance. Geophys. Res. Lett. 38, L13707.

von Schuckmann, K., M. D. Palmer, K. E. Trenberth, A. Cazenave, D. Chambers, N. Champollion, J. Hansen, S. A. Josey, N. Loeb, P.-P. Mathieu, B. Meyssigna y M. Wild (2016): An imperative to monitor Earth’s energy imbalance. Nature Climate Change 6, 138–144;doi:10.1038/nclimate2876.

* Eduardo Agosta Scarel es Doctor de la Universidad de Buenos Aires en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos. Es Investigador Adjunto del CONICET en el Equipo de Estudios en Clima, Ambiente y Sociedad de la Facultad de Cs. Fisicomatemáticas e Ingeniería

 

¿Agua segura? Sobre minas y cianuro

Por Mariana Paula Torrero*

El agua es uno de los recursos naturales más valiosos sobre la Tierra porque es esencial para la vida y el desarrollo de los procesos ambientales. Si bien la superficie de nuestro planeta se encuentra cubierta en su mayor parte por agua, ésta es salada y en principio no apta para consumo humano. En menor proporción existe el agua dulce dentro de la cual la mayor parte corresponde a los glaciares y campos de hielo y en menor porcentaje a los ríos, lagos y acuíferos. En relación al agua dulce, esta se encuentra distribuida dentro de los continentes según una combinación de múltiples factores naturales que determinan su existencia, disponibilidad así como también su variabilidad espacio-temporal. No obstante ello, la intervención antropogénica, es la que establece las posibilidades de su aprovechamiento y distribución. Cuando el agua dulce se encuentra disponible se transforma en un RECURSO HÍDRICO y si bien estos son ilimitados y renovables, el uso inadecuado, la sobreexplotación, la contaminación son algunos de los factores que podrían cambiar su condición y convertirlo en un recurso limitado y no renovable.

El crecimiento y el desarrollo tecnológico de la sociedad ha llevado a que se produzca una creciente demanda de agua, no solo para consumo humano sino también para uso agrícola, producción industrial, generación de energía y explotación minera.

En relación a esto último, la minería a cielo abierto es una actividad de alto impacto ambiental, pero también social y cultural que actualmente emplea un proceso de lixiviación con cianuro para la extracción de oro y plata de grandes masas rocosas. Este proceso consiste en una solución a base de agua y como el oro es un metal noble y por lo tanto no es soluble en agua, para poder disolverlo se emplea cianuro. Agua y cianuro es entonces la combinación perfecta para obtener este tan preciado mineral. Si se sigue el procedimiento establecido el cianuro se destruye, o sea se transforma químicamente para que deje de ser cianuro y los riesgos e impactos disminuyen y se estaría, en cierta medida, en comunión con el ambiente. Sin embargo, puede suceder y de hecho sucedió el pasado 13 de septiembre en la mina Veladero, perteneciente a la firma Barrick Gold, localizada en la cuenca hidrográfica del río Jáchal, en la provincia de San Juan, donde se derramaron de 1 millón de litros de agua con cianuro, según un comunicado oficial de la minera.

Por falta de mantenimiento, por error humano, o por desperfecto técnico, cualquiera que sea la razón, ninguna es suficiente para que no se hayan puesto en acción y de forma instantánea los mecanismos de seguridad ante tal contingencia. Lo ocurrido es un desastre ecológico.

El vuelco de esta sustancia, residuo peligroso, sobre el curso de agua, produce de manera directa la contaminación del recurso hídrico afectando a la vida presente en él y generando en consecuencia, graves problemas en aquellos pobladores que la emplean para uso y consumo humano, en los animales al ser el agua de bebida y en la agricultura por ser el agua para riego.

Si bien el cianuro es un elemento que se encuentra presente en muy pequeñas cantidades en muchos de los alimentos que consumimos a diario, la magnitud de este suceso ocasionó la presencia de esta sustancia en proporciones excesivamente elevadas, lo que seguramente produzca efectos nocivos en corto o largo plazo en los pobladores de la región, en plantas y animales, en el suelo, en el AMBIENTE.

Es necesario hacer mención en esta oportunidad, la importancia y vigencia que tiene lo manifestado por el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si’ (LS) respecto a la “cuestión del agua” (LS 27-31). En ella el Papa subraya que el derecho humano al agua es un derecho inherente al ser humano por lo tanto, el acceso y goce del agua segura, en calidad y en cantidad, debe estar garantizado más allá de cualquier condición socioeconómica, cultural, religiosa, política, o situación coyuntural o circunstancial que pueda presentarse. El agua potable y limpia es la que permite la vida y es el sustento de los ecosistemas y por ello deben arbitrarse los mecanismos pertinentes para que toda la población pueda tener acceso a ella. Muchas regiones en el mundo sufren hoy la escasez de agua, la llamada pobreza del agua social, por no tener acceso al agua segura o por sufrir sequías, sin embargo también es posible llamar pobres del agua social a aquellos que por algún motivo posean alguna fuente de agua pero no puedan disponer de ella, y este es el caso de lo acontecido en Veladero.

Lo sucedido lleva a preguntarnos acerca de cuál es el beneficio o el interés de no accionar a tiempo los mecanismos previstos de modo de palear las consecuencias, cuando lo primero que está en juego es la salud y la vida de las personas. Es importante tomar conciencia de la gravedad de los hechos y trabajar sobre este tema de manera integral, para evitar así que ocurran situaciones como estas u otras que impacten sobre el ambiente, nuestro único espacio donde la vida es posible, y hacer de él una tierra habitable para todos.

Lea la nota a la Dra. Torrero en La Nación.

* Mariana Paula Torrero es Doctora en Geografía por la Universidad Nacional del Sur. Es investigadora de la Universidad Católica Argentina en el Grupo de Estudios sobre Clima, Ambiente y Sociedad de la Facultad de Cs. Fisicomatemáticas e Ingeniería. 

Sobre la COP21: Un acuerdo que genera esperanzas

Por Eduardo Agosta Scarel*

Dos semanas duró la XXI Conferencia de las Partes (COP21) en París, en la primera mitad de diciembre. El objetivo de la conferencia era finalizar un acuerdo entre 196 naciones para reducir las emisiones globales de dióxido de carbono, y para dar respuesta a temas tales como deforestación y finanzas de clima. Participé durante la segunda semana como delegado observador de la ONG Carmelita Internacional, junto a otro colega, abogado italiano, Andrea Ventimiglia, quien estuvo activo durante la primera semana.

Lo primero que uno podía observar al ingresar a la COP era el tamaño del evento. Abarcaba varias áreas amplias de exhibición, albergando cerca de 40000 delegados, incluyendo la prensa mundial. ¡Fui realmente feliz por haber llevado calzado confortable! En general, la organización del evento fue estupenda con una logística de excelencia, incluso con un alto nivel de seguridad, al estilo de aeropuerto con escáneres y presencia de policía armada.

La carrera de 15 días corridos de la COP comenzó con el turno de los líderes de 147 países para ofrecer sus pensamientos en un discurso de 3 minutos, los cuales casi inevitablemente eran escasos. Sus palabras cálidas y positivas dominaros la prensa ese día.

El verdadero y duro trabajo comenzó al otro día, el 1 de diciembre, cuando los negociadores se pusieron “manos a la obra” a trabajar sobre el borrador de 50 páginas para transformarlo en algo que los delegados nacionales pudieran regatear durante la segunda semana. Hubo largas noches, concesiones, abrazos y lágrimas antes de que se lograra el acuerdo. La forma final que tomó todavía estaba abierta a ulterior negociación durante la segunda semana.

Durante esta primera semana vimos que el mundo desarrollado estaba gustoso con mantener el umbral de calentamiento en algo menos de 2°C por encima de las temperaturas pre-industriales, mientras que muchas de las naciones pequeñas insulares querían un objetivo más estricto de 1.5°C. Un punto descollante fue la oferta de dinero por parte de las naciones más ricas para ayudar a las más pobres en la mitigación y la adaptación.

Hubo eventos individuales realizado por Organizaciones Gubernamentales que desplegaron un rol relevante en el campo de establecer el acuerdo: encabezando la lista estaba Francia, Indonesia, Estados Unidos, India, Marruecos y Japón. En ocasión del Día de Acción, Francia presentó un proyecto sumamente ambicioso respecto una la ayuda financiera de dos mil millones de euros para ayudar a países del África y francófonos, con el objetivo de ayudar a la extensión hacia áreas rurales del suministro eléctrico no dependiente de combustibles fósiles, sino de energía solar, viento y otras fuentes. De esta manera Francia ayudaría en un doble propósito: crear desarrollo económico en territorios postergados y evitar contaminación por dióxido de carbono. La posición de estos países líderes fue referente a lo largo del proceso de discusión. Asimismo, Estados Unidos, Alemania y Reino Unido compartieron en eventos específicos información científica sobre el calentamiento global, las causas y estrategias para influir en la política del clima.

Durante la segunda semana de la COP21, lo más relevante fue que los negociadores esta vez parecían determinados en lograr un fuerte acuerdo, trabajando duro pasada la medianoche cada día. El proceso de las negociones fue mucho mejor que el logrado en las COP pasadas, con pequeños grupos haciendo gran parte del trabajo. Estos sub grupos fueron creados para discutir aspectos contenciosos y editar aquellas “informalidades” en párrafos u oraciones particulares del borrador. Como observador ayudé a negociadores nacionales algunas veces en este proceso, especialmente en aspectos relativos a la reducción de emisión de carbono. La atención dada a cada detalle de redacción fue extraordinaria, bastante tediosa para alguien no involucrado directamente. En general era difícil darse cuenta de lo que estaba ocurriendo al interior de las sesiones. Hubo docenas de pequeños encuentros, muchos de ellos evidentemente discutiendo párrafos de texto sobre los “mecanismos de respuesta”. Vale la pena notar que los negociadores ya tenían discutidas muchas de estas observaciones tiempo atrás en las previas COP de Río y de Lima. Esta vez tenían 45 minutos para argumentar si tal o cual párrafo debía insertarse con o sin corchetes dentro del borrador del acuerdo (estos corchetes indicaban decisiones a tomar sobre las exactas palabras a elegir).

La ONG Carmelita presentó la posición tomada frente al cambio climático desde perspectivas políticas, sociales y científicas durante la sesión de la Asamblea Plenaria del 4 de diciembre. La ONG también pudo compartir la posición ante Cambio Climático y Desarrollo Sostenible durante el evento lateral que organizó la Santa Sede el 9 de diciembre. En esa ocasión el cardenal Peter Turkson, Presidente de la delegación de la Santa Sede y del Consejo Pontificio de Justicia y Paz, brindó el mensaje del Papa condensado en la encíclica “Laudato Si”.

Mi trabajo como científico fue comunicar la ciencia a los equipos de negociadores, observadores interesados y la prensa, discutiendo sobre las temperaturas récord de los últimos años, el riesgo creciente en el sur de Sudamérica por olas de calor e inundaciones, los posibles balances para alcanzar el objetivo de 2°C y también las interacciones detalladas en este campo a nivel de Argentina para ayudar a los tomadores de decisión. Antes había participado como experto en clima para elaborar el Tercer Informe de la República Argentina ante la Convención Marco de Naciones Unidas del Cambio Climático (UNFCCC).

Respecto a la posición de Argentina cabe destacar lo siguiente: Fue bien conocido que el pliego de Argentina sobre las reducciones de carbón presentado en 1 de octubre pasado estuvo muy lejos de ser ambicioso, como se esperaba a nivel global. Aunque controversial, esta estrategia pudo haber sido una manobra política del gobierno saliente. En parte el pliego no reflejaba la política técnica y científica del país de largo plazo en estos años en temas de innovación tecnológica y energías alternativas. Desde esta posición técnico-científica, Argentina podría reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 30 por ciento para el 2030, cambiando gradualmente su matriz energética basada en combustibles fósiles por otras energías renovables y mejorando la eficiencia energética (http://www.argentinainnovadora2020.mincyt.gob.ar/?page_id=312).

El gobierno nacional electo asumió el 10 de diciembre, casi al finalizar la cumbre del clima. No obstante, al día siguiente, el enviado del Presidente Mauricio Macri, Juan Carlos Villalonga, confirmó en su alocución del último día, que Argentina reverá su pliego de cambio climático antes de que se implemente el Acuerdo de París en el 2020. Hizo voto por un desarrollo económico de emisiones bajas en carbono y pidió por ayuda financiera por parte de los países desarrollados. En la plenaria dijo que “Revisaremos el pliego de clima del país dado que hemos identificado más oportunidades para aumentar nuestro nivel de ambición”, y que “Incluiremos un conjunto de medidas antes de la implementación en el 2020. Argentina tiene una oportunidad de entrar en la economía baja en carbono”. Estas declaraciones, al final del evento, estuvieron bastante más en acuerdo con la trayectoria tradicional del país en materia de cambio climático.

Luego de esas dos semanas, el sábado 12 de diciembre la cumbre del clima COP21 finalizó con un acuerdo consensuado por 196 países para mantener la temperatura media global bastante menos que 2°C por encima de niveles pre-industriales, y con un compromiso de doblar los esfuerzos para alcanzar los 1.5°C al final el siglo, tal como recomienda la ciencia del clima. Cada país deberá ratificar el documento, que será operacional después del 2020. Hasta entonces cada país, incluyendo Argentina, tiene que revisar y proveer un plan nacional concreto y ambicioso de descarbonización bajo la guía de la ciencia y la técnica según las posibilidades de cada país y en un marco global establecido por el acuerdo.

El texto final, que fue presentado un día más tarde de lo planificado, determina una revisión cada cinco años de los compromisos voluntarios hechos por cada país (conocidos como INDCs, siglas en inglés), con el objetivo de lograr cada vez un mayor compromiso hacia la descarbonización del planeta y alcanzar la “neutralidad” de emisiones para la segunda mitad del siglo según la ciencia. En términos de financiamiento(o sea, quién paga y cómo los costos de la mitigación y la adaptación), las Partes acordaron un compromiso de los países con mayores capacidades y con responsabilidades históricas a proveer de ayuda financiera a aquellos países que más sufren las consecuencias del cambio climático. En este sentido, una base anual de 100 mil millones de dólares se estableció desde el 2020 al 2025, año a partir del cual debería empezar un escalamiento de la financiación, lo cual significa que los aportes financieros deben mejorarse en el futuro.

Cabe notar que el tema de los Derechos Humanos ha tenido poca relevancia en el documento final, al menos, bastante menos que lo esperado por algunos países y organizaciones de la sociedad civil global. Ellos sólo están mencionados en el Preámbulo del Acuerdo, reconociendo la necesidad de proteger a los pueblos originarios y las comunidades más vulnerables a las acciones que deberán tomarse para combatir el cambio climático. El documento final será firmado por todos los países miembros que son parte de la Convención en abril del 2016 en Nueva York. Luego permanecerá abierto pro 18 meses para que cada país lo ratifique a nivel parlamentario.

Pienso que el camino desde Río, pasando por Lima, hasta París ha sido largo y sinuoso, aunque finalmente alcanzando un punto de referencia: Ahora nos podrá conducir hacia un futuro de clima resiliente y más descarbonizado, si nos preparamos para recorrerlo. Pienso que el llamado del Papa Francisco en no demorar más un compromiso por la justicia climática ha sido escuchado y tenido en cuenta. La encíclica del Papa, Laudato Si’, no proveyó una guía técnica de cómo distribuir derechos individuales por el uso de la atmósfera. Pero sí pudo traer más luz sobre la dimensión ética del cambio climático y proveyó así principios fundamentales que deben ser aplicados a las soluciones, además de los provistos por la ciencia y la técnica: i) La opción preferencial por los pobres, los más vulnerables de nuestras acciones globales; ii) La justicia inter e intra generacional, ¿qué mundo queremos dejar a aquellos que nos preceden, a los niños que hoy están creciendo?; iii) Responsabilidad común pero diferenciada, entre las naciones. Todos somos responsables de buscar soluciones, pero no somos igualmente responsables; iv) La atmósfera, el océano, el clima, todo debe ser orientado hacia el bien común a fin de preservar la naturaleza y garantizar la justicia social.

Creo que la enseñanza del Papa Francisco fue inspiradora y ayudó a nuestros delegados nacionales a crear un ambiente positivo de esperanza y buena predisposición a los largo de las discusiones y debates. Ojalá que todos asumamos este peregrinaje hacia una casa común compartida, más bella y cuidada, que es la Tierra.

 

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Eduardo Agosta (primero a la derecha), en un almuerzo compartido con Mon. Marcelo Sanchez Sorondo (segundo a la derecha), Canciller del Pontificio Consejo de Ciencias, y el senador nacional Fernando Solanas (tercero a la izquierda), presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Senado, y otros colaboradores, durante la COP21 en París.

* Eduardo Agosta Scarel es Doctor de la Universidad de Buenos Aires en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos. Es Investigador Adjunto del CONICET en el Equipo de Estudios en Clima, Ambiente y Sociedad de la Facultad de Cs. Fisicomatemáticas e Ingeniería

 

EFECTO DE OSCURECIMIENTO EN MEGACIUDADES

Por Gerardo Carbajal* y Fernando Nollas

La radiación solar que llega a la superficie terrestre está modulada por las estaciones del año, por lo tanto, por la inclinación del eje de rotación de la tierra respecto del sol en su traslación anual. Otro parámetro importante es la latitud, no es lo mismo estar en latitudes ecuatoriales, que en zonas medias y/o polares. La altitud es otra constante que hay que considerar, a medida que subimos en las capas de la atmósfera, habrá más radiación solar, por eso en montañas y zonas altas, registran los valores más altos. Dentro de las variables que afectan la radiación solar, se encuentran las nubes, que dependiendo del espesor, tendrán la capacidad de transmitir dicha radiación a la superficie, si son nubes tenues y poco espesas, permitirán pasar hasta un 86% de radiación solar a la superficie, pero si son nubes gruesas permitirán pasar apenas un 19% de radiación a la superficie y 2% a la superficie si son nubes de tormenta o granizo. Finalmente, otra variable que afecta, sobre todo en ciudades grandes es la contaminación atmosférica.

La radiación solar tiene tres componentes, Radiación Global (RG), Radiación Difusa (RDF) y Radiación Directa (RDI). La RG se define como la suma de la RDF más el producto del ángulo incidente de la radiación por RDI (RG = RDF + cosZ *RDI), que es toda la radiación solar que nos llega en la superficie. La RDF es la que se difunde a través de la composición de la atmósfera (gases, partículas, nubes, etc.) Finalmente, la RDI es la que llega directamente del sol, sin difusión.

Hace unos años atrás, se ha observado que en ciudades muy grandes ocurre un fenómeno que tiene que ver con la contaminación atmosférica generada por fuentes de emisión móviles y estáticas. Este fenómeno se le ha dado el nombre de “oscurecimiento” debido a que las fuentes de emisión generan gases y partículas; la mayoría de los gases emitidos, absorben radiación solar que se encuentra en el rango del espectro electromagnético visible y las partículas también tienen esta característica, por lo que la radiación solar se difunde en la atmósfera y disminuye la misma que llega a la superficie, produciendo déficit de radiación solar.

En la Ciudad de Buenos Aires, se mide la radiación solar Global desde 1941, en el Observatorio Central Buenos Aires perteneciente al Servicio Meteorológico Nacional. Inicialmente se midió con un instrumento llamado Piranógrafo, que fueron descontinuados a partir del año 1998 y remplazados por sensores más exactos y robustos, además de conectarse directamente a una computadora, estos son piranómetros tipo termoeléctricos, marca Kipp & Zonen modelo CM11.

Carbajal Benítez y colaboradores, en el año 2012, presentaron resultados preliminares de la medición de radiación en la Ciudad de Buenos Aires En un trabajo presentado en el Congreso de Meteorología CONGREMET XI realizado en la Ciudad de Mendoza. Los resultados son desde 1941 hasta 2009, discriminados por las cuatro estaciones del año. La figura 1 muestra el comportamiento promedio de los 68 años de estudio, de la radiación solar global durante las cuatro estaciones del año. Se puede observar que durante el verano los valores son máximos y durante el invierno son mínimos.

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Figura 1. Variación media multianual de la Radiación Solar Global en la Ciudad de Buenos Aires.

La serie de tiempo total se dividió en las cuatro estaciones del año, para discriminar el comportamiento y la evolución de la radiación solar, tal como se observa en la figura 2.

Si observamos la figura 2, notamos que la estación del año, donde la pendiente negativa es más pronunciada es el verano, que es la estación donde más altas temperaturas hay, debido a que los valores de radiación solar también son elevados, porque el ángulo de incidencia con el sol, es menor, es decir llegan de una manera más perpendicular a la superficie. La estación con menor radiación solar es el invierno, donde la radiación tiene un ángulo de incidencia mayor, atraviesa más atmósfera, lo que hace dispersar y difundir, la radiación solar cuando llega a la superficie, por este motivo es que la pendiente en invierno, es casi constante.

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Figura 2. Decrecimiento de la radiación solar global en la ciudad de Buenos Aires.

También podemos observar como la pendiente o tendencia es a disminuir la radiación global, con una disminución de hasta 18% en el verano, una disminución del 15% para el otoño, mientras que para el invierno, apenas 6%, finalmente en primavera tiene una disminución del 17%. Si consideramos que las contantes geográficas no se han modificado (latitud y altitud) tampoco hay cambios significativos en la rotación y eje de la Tierra, entonces nos quedan dos posibles causas, el posible aumento en la nubosidad o aumento en la contaminación en la ciudad de Buenos Aires.

Actualmente estamos realizando un estudio preliminar de la nubosidad, encontrándose que ésta parece haber disminuido en Buenos Aires. Por lo tanto, la relación de la RG sería inversa, es decir, tenemos más días claros pero menos RG. Para cerrar el círculo, lo único que queda por estudiar es el efecto de la contaminación, situación que otros estudios han realizado, encontrando una buena correlación.

Hasta el año 1976 en la Ciudad de Buenos se usaron los incineradores de basura, lo que provocaba nubes de smog (Ozono Superficial y Partículas). Este efecto se puede observar en la figura 3, disminuyendo la radiación global tal como se deduce de la figura 2 donde la pendiente negativa es más pronunciada.

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Figura 3. Humo en la ciudad de Buenos Aires. Fuente: http://www.faba.org.ar/fabainforma/457/ABCL.htm

* Gerardo Carbajal Benítez es Magister en Química de la Atmósfera por la Universidad Nacional Autónoma de México. Es investigador de la Universidad Católica Argentina en el Grupo de Estudios en Clima, Ambiente y Sociedad de la Facultad de Cs. Fisicomatemáticas e Ingeniería. 

Congreso Nacional del Agua 2015

Por Mariana Paula Torrero*

Durante la semana del 15 al 19 de junio de 2015 se llevó a cabo en la ciudad de Paraná, Entre Ríos, el XXV Congreso Nacional del Agua. Dada la importancia creciente que tienen los estudios sobre elaprovechamiento, uso y disfrute y conservación del recurso hídrico y por ser parte de uno de los temas de investigación que se desarrolla en el Equipo para el Estudio del Clima, Ambiente y Sociedad, dependiente de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Fisicomatemáticas de la UCA, y del cual soy parte, decidimos que era importante la participación en el mismo.Paraná-20150616-00527

Presentamos dos trabajos, amboscomoparte de las investigaciones correspondientes puntualmente al Proyecto de Investigación titulado “Evaluación hidroambiental de la cuenca del Río Gualjaina-Tecka, Chubut, orientada a la gestión integral de los recursos hídricos”, del cual estoy a cargo como Investigador Responsable. El proyecto está subsidiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.

Uno de los trabajos tuvo como objetivo el análisis de la morfometría fluvial del Río Tecka – Gualjaina a fin de determinar el comportamiento hidrológico del río y el otro, explorar los forzantes del sistema atmósfera-océano asociados a la variabilidad interanual del caudal del río en estudio. Ambos temas contribuyen al conocimiento general del área de estudio la cual se encuentra poco estudiada y a su vez, contribuirán para la gestión del recurso hídrico, tanto para su aprovechamiento como para mejorar su manejo y conservación en esta región donde el recurso hídrico es escaso.

El Congreso se organizó sobre 12 áreas: Hidráulica e Infraestructura, Hidrología Superficial, Hidrología Subterránea, Hidráulica Fluvial y Marítima, Riego y Drenaje, Agua y Sociedad, Economía y Legislación del Agua, Agua Potable y Saneamiento, Gestión de los Recursos Hídricos, Teledetección y GIS y Variabilidad y Cambio Climático y en mesas redondas.

Las temáticas desarrolladas en cada una de las áreas fueron muy diversas, a continuación se mencionan algunos de los principales temas tratados en cada sesión que reflejan la importancia, necesidad y actualidad de las investigaciones presentes y futuras como así también los resultados hasta ahora alcanzados.

Hidráulica e infraestructura fue la única temática en la cual se presentaron gran cantidad trabajos correspondientes a lugares de Centro y Sudamérica, incluyendo Argentina. En el resto de las áreas, casi todos los trabajos correspondieron a localidades o problemáticas de la República Argentina.

Hidráulica e Infraestructura: En ellos quedaron reflejados por ejemplo, la importancia de los acueductos para el desarrollo regional a partir de la disponibilidad de agua de buena calidad y cantidad aumentando la producción; la elaboración de estudios sobre el modelo físico de obras hidráulicas; estudios sobre rotura de presas; factibilidad de dragado mediante modelización matemática hidrosedimentológica; consideraciones en el diseño de obras de toma para riego con compuertas con control de nivel constante aguas abajo; diseño de urbanizaciones hidrológicamente sustentables, entre otros.

Hidrología Superficial: Manejo integral de aguas para uso ganadero; incidencia del intervalo de medición en la lluvia de diseño; estudios hidrológicos e hidráulicos aluvionales; curvas IDF; medición de caudales de crecidas; análisis de los datos hidrometeorológicos aplicados al balance hidrológico; Zonificación y codificación hidrográfica; morfometría de cuenca; caracterización y cuantificación del escurrimiento superficial; efectos de la descompactación en un suelo haplustol típico; sequías hidrológicas históricas; balance hídrico superficial; recientes avances y aplicaciones con la técnica de LSPIV en hidráulica fluvial; modelo hidrológico de previsión de crecidas en base a precipitaciones diarias; elección de la resolución de grilla de los modelos digitales de elevación del terreno en la estimación de escorrentía en ambientes semiáridos de vegetación arbustiva; relaciones entre el caudal ingresado y el caudal aforado en embalses.

Hidrología Subterránea: Ascenso de napas por incremento de las precipitaciones o cambios en el uso de la tierra; hidroquímica de las aguas subterráneas con énfasis en la presencia de flúor; estimación de la composición química del agua subterránea a partir de su salinidad; análisis de niveles de agua subterránea en distintas escalas temporales; análisis multivariado de atributos de la calidad de agua del recurso hídrico subterráneo: agua para riego y consumo humano; aguas termales, modelo de gestión del recurso; inventario de fuentes puntuales de contaminación potencial del agua subterránea; evolución del manto freático en la isla de Choele Choel; uso de electroperfilaje en la determinación de niveles acuíferos subterráneos; caracterización de la influencia del nivel freático sobre cultivos de maíz; caracterización de los recursos hídricos subterráneos con destino a riego complementario; regiones pluviométricas homogéneas.

Hidráulica Fluvial y Marítima: Regulación de caudales y conservación del suelo en cuencas; uso del modelo weap como herramienta en la planificación y gestión del recurso hídrico; calidad de sedimentos en distintos sectores de ríos; modelación hidrodinámica; evaluación de la teoría acústica para la estimación de concentraciones de sedimento en suspensión de cauces naturales; aplicación de técnicas de optimización numérica al diseño hidráulico de secciones transversales para escurrimientos a superficie libre; determinación de la tasa de captación de sedimentos con trampas en tramos del cursos de agua; validación de simulaciones numéricas del flujo en una confluencia fluvial; balance de la oferta y demanda de agua.

Riego y Drenaje: Diseño de infraestructura sustentable; desarrollo de un área de riego citrícola; determinación de caudales y calidad de agua en ríos utilizados para riego; la modernización de los sistemas de riego y la importancia de los aspectos “no estructurales”; calidad del agua para riego; estudios hidráulicos en componentes de sistema de riego; evaluación del comportamiento productivo y de calidad comercial de cebada cervecera bajo riego suplementario; evolución de la contaminación del agua de riego y clasificación de su calidad; eficiencia de conducción de sistema de riego; comportamiento vegetativo y productivo del olivo bajo la aplicación de riego deficitario primaveral; rendimiento y distribución de la humedad y salinidad edáficas en tomate drenado y regado por goteo superficial y subterráneo; modernización de regadíos; estrategias de intervención en tecnologías de riego; disminución de la salinidad de un suelo regado por goteo utilizando riego por aspersión con agua subterránea; calidad del agua de ríos y arroyos con destino a riego; desempeño del riego de equipos de pivote central; malla antigranizo, efecto sobre las necesidades hídricas de la vid; evolución de las profundidades y salinidades freáticas durante el período seco; propiedades físicas del suelo y movimiento del agua bajo diferentes manejos agrícolas en secano para la agricultura familiar; impacto de los cambios en el uso del suelo sobre los niveles freáticos; nuevos emprendimientos de riego y sus efectos sobre propiedades fisicoquímicas del suelo; evaporación del agua en el suelo: cobertura de rastrojo y tipo de suelo.

Agua y Ambiente: Monitoreo de la calidad del agua de los ríos, control bacteriológico en áreas recreativas; uso potencial de plantas acuáticas como bioindicadores de calidad ambiental en humedales; estudio y caracterización del agua de río; identificación de los principales impactos ambientales del cultivo de arroz; bioensayos de germinación para detectar toxicidad en aguas residuales; relevamiento preliminar de invertebrados en los distintos ambientes y usos del suelo; estudio de la desinfección de aguas con una mezcla de agentes oxidantes alternativos: sinergismo de potenciación; tecnologías para la desalinización del agua; funciones hidrológicas de las turberas australes; hidroquímica y calidad de agua de dos cuencas de montaña sometidas a diferente uso del suelo; indicadores de contaminación fecal y riesgo sanitario en el sistema de descarga de residuos de un feedlot; evaluación de la contaminación antrópica mediante determinación de metales en sedimentos; caracterización de parámetros físicoquímicos del agua de consumo en diferentes regiones; desarrollo de un simulador de lluvias para estudios de arrastre de agroquímicos; arsénico y otros elementos en laboratorio; análisis evolutivo de la contaminación con registros de calidad de agua; impacto antrópico sobre el recurso hídrico en cuencas.

Agua y Sociedad: Sistemas dispersos de abastecimiento de agua con fines múltiples para los pobladores; estrategias educativas para concientizar y recuperar el valor del humedal en pos de su restauración; estudio de la aptitud de fuentes de agua sin  tratamiento, utilizadas para consumo humano; centro de capacitación y demostración de tecnologías apropiadas para el acceso al agua de los agricultores familiares; impacto de las políticas ambientales en la calidad de las aguas de río; la actividad minera, en la gestión y uso del agua y como motor de desarrollo; agua e inclusión social en una comunidad de alta montaña; la formación de ingenieros para el desarrollo sostenible de los recursos hídricos; actividades institucionales herramientas para el desarrollo sostenible; enfermedades de origen hídrico, nuevos escenarios debido a la variabilidad y el cambio climático.

Economía y Legislación del Agua: Estimación del valor económico del servicio de agua potable para los usuarios; el derecho humano al agua; línea de ribera y zonas de riesgo hídrico; la garantía del Derecho Humano al Agua y el Nuevo Código Civil.

Agua Potable y Saneamiento: Humedales artificiales, tratamiento de agua residual de pueblos grandes o ciudades pequeñas-medianas; manejo del agua de lluvia para consumo humano, animales de granja y/o riego de huertas; diseño y construcción de un sistema de depuración de aguas residuales de una quesería familiar; consumo de agua en las industrias de bebidas; tratamiento de aguas residuales con cromo hexavalente usando bacterias; depuración de efluentes cloacales por lagunas de estabilización y su aptitud para riego agrícola; la gestión de saneamiento en pequeñas y medianas localidades; sistema Institucional y Legal de regulación del agua.

Gestión de los Recursos Hídricos: Desafíos para una gestión descentralizada y participativa; propuesta metodológica para un plan de gestión integral; determinación de un índice de calidad de agua; análisis de estrategias de gestión integrada del recurso hídrico; delimitación de áreas de riesgo hídrico por crecidas; riesgo hídrico: Vulnerabilidad de la población a precipitaciones extraordinarias; uso de agua y ordenación del territorio, estudio preliminar sobre patrones de consumo de agua por tipología de vivienda; actividades de monitoreo en una cuenca transfronteriza: un aporte técnico a la gestión integrada de los recursos hídricos; cosecha de agua de lluvia para abastecimiento ganadero; infraestructura de datos espaciales como entorno de trabajo colaborativo para caracterizar áreas de riego y sus obras afines; las organizaciones de agricultores familiares como eje en la gestión de acceso al agua; sistema de emergencias hídricas; planificación hídrica comparada entre dos zonas áridas de distintas latitudes; inventario de glaciares; la articulación investigación-extensión como estrategia de concientización ciudadana en temas hídricos; estudio pluvioaluvional y ordenamiento territorial; servidumbre de ocupación hídrica como instrumento de gestión integrada de los recursos hídricos; permisos del uso de agua pública para el riego de arroz, regulación de usuarios no declarados; el rol de la mujer en la gestión integral de los recursos hídricos; seguridad hídrica, gestión integrada de los recursos hídricos y gobernanza del agua.

Teledetección y GIS: Análisis comparativo de hidrogramas aplicando dos fórmulas de tiempo de concentración y distintos niveles de discretización; seguimiento satelital de la cobertura de nieve; validación y comparación de estimación de humedad superficial con técnicas de teledetección monocanal y multiespectral a escala de cuenca; comportamiento de la vegetación en planicies inundables: impacto del anegamiento y los cambios en el uso del suelo; validación del estrés hídrico calculado con imágenes de Landstat 8; censo de cultivos mediante imágenes de satélite; optimización de la gestión y aprovechamiento agrícola utilizando un sistema de información geográfica; uso de imágenes satelitales y sig para la detección de áreas bajo riego.

Variabilidad y Cambio Climático: Crecidas extremas del Paraná de 1983 y 1992: Contribuciones de distintas escalas temporales; la nieve en cordillera de Cuyo, como un indicador climático continental del fenómeno Niño/Niña; impacto de las precipitaciones en el Sudoeste de Corrientes; impacto de eventos extremos diarios de precipitación y temperatura en el NEA.

* Mariana Paula Torrero es Doctora en Geografía por la Universidad Nacional del Sur. Es investigadora de la Universidad Católica Argentina en el Grupo de Estudios sobre Clima, Ambiente y Sociedad de la Facultad de Cs. Fisicomatemáticas e Ingeniería. 

Laudato Si’ Sobre el cuidado de la Casa común

Por Eduardo Agosta Scarel*

Ecología integral: una nueva manera de pensar que articula la conexión trinitaria de las personas: con Dios, con los otros y con la tierra.

La nueva encíclica del Papa Francisco tiene como núcleo la idea de “ecología integral”, que conecta el cuidado del mundo natural con la justicia por los más pobres y desfavorecidos de la tierra. Solamente a través de una radical transformación de nuestras relaciones con Dios, con nuestro vecino y con el mundo natural, él dice, es que podremos abordar las amenazas que nuestro planeta enfrenta.

El Papa insiste en que la Ciencia es la mejor herramienta mediante la cual poder escuchar el grito de la tierra, mientras que el diálogo y la educación son las dos claves que pueden ayudarnos a “salir de la espiral de autodestrucción en la que nos estamos sumergiendo” (LS163).

El corazón del mensaje del Papa se expresa en la pregunta:
¿Qué tipo de mundo queremos dejar a aquellos que nos sucedan, a los niños que ahora están creciendo? (LS160).

Las respuestas que él sugiere son una llamada profunda a cambios radicales en el orden político, económico, cultural y social, así como de nuestros personales estilos de vida.

El capítulo 1 establece aquellos seis desafíos más graves que enfrenta “nuestra casa común”:

Contaminación, basura y cultura del descarte: “La tierra, nuestro hogar, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquerías” (LS21).

Cambio climático: El Papa reconoce que “hay un consenso científico muy consistente que indica que nos encontramos ante un preocupante calentamiento del sistema climático” (LS23) y que es “uno de los principales desafíos que enfrenta la humanidad hoy por hoy” pero “muchos de aquellos que poseen más recursos y poder económico o político parecen principalmente más preocupados en enmascarar los problemas o en ocultar los síntomas” (LS25).

La cuestión del agua: Francisco cuestiona que a pesar de que “el acceso al agua potable segura es un derecho humano universal y básico” (LS30), aún poblaciones enteras, y especialmente los niños, enferman y mueren debido al agua contaminada (cf. LS30).

Pérdida de Biodiversidad: Francisco reconoce que “los recursos de la tierra también están siendo depredados a causa de formas inmediatistas de entender la economía y la actividad comercial y productiva…” así, “cada año ve la desaparición de miles de especies de plantas y animales” (LS32), cuyas consecuencias no pueden predecirse dado que todos nosotros, como creaturas vivientes, somos dependientes unos de otros, “todos los seres nos necesitamos unos a otros” (LS42). A menudo, el Papa constata que los intereses económicos transnacionales obstruyen la protección de los ecosistemas.

Deterioro de la calidad de vida humana y degradación social: Los actuales modelos de desarrollo afectan adversamente la calidad de vida de la mayor parte de la humanidad. Francisco advierte que “el crecimiento desmedido y desordenado de muchas ciudades”, con estructuras ineficientes, excesivamente desperdicia energía y agua (LS44).

Inequidad Planetaria: Los problemas ambientales afectan a la gente más vulnerable, a los excluidos, o sea, a una gran porción de la población mundial, no obstante la solución no está en reducir la tasa de natalidad, sino en rechazar “un consumismo selectivo y extremo” (cf. LS50).

“Culpar al aumento de la población y no al consumismo extremo y selectivo de algunos es un modo de no enfrentar los problemas. Se pretende legitimar así el modelo distributivo actual, donde una minoría se cree con el derecho de consumir en una proporción que sería imposible generalizar, porque el planeta no podría ni siquiera contener los residuos de semejante consumo. Además, sabemos que se desperdicia aproximadamente un tercio de los alimentos que se producen… (LS50).

El capítulo 2, titulado “El Evangelio de la Creación”, examina el Antiguo y Nuevo Testamento para mostrar cómo la vida humana se enraíza en nuestras relaciones con Dios, nuestros vecinos y con el mundo creado. “No somos Dios. La Tierra nos precede y nos ha sido dada” (LS67). Debemos reconocer que el pecado rompe estas relaciones primordiales. Hay una necesidad de darnos cuenta de la “tremenda responsabilidad” que tenemos hacia la creación de Dios que nos ha sido dada como custodia, para cuidar y cultivar (cf. LS90).

Establecido el contexto global y las bases teológicas de nuestra sensibilidad creyente sobre el cuidado de la creación, en el capítulo 3, el Papa Francisco explora las variadas y profundas raíces de la crisis ecológica, que tienen una raíz humana:

La tecnología, como creatividad y poder. Si bien ella es capaz de traer progreso hacia un desarrollo sostenible, haciendo más agradable y digna la vida, sin “una ética sólida” (LS105), brinda “a quienes tienen el conocimiento, y sobre todo el poder económico para utilizarlo, un dominio impresionante sobre toda el conjunto de la humanidad y el mundo entero” (LS104).

Globalización del paradigma tecnocrático: Se trata del dominio de la tecnología sobre los ritmos sociales y naturales a través de la imposición económica convencional. Nada puede escapar a sus lemas: crecimiento o muerte, cada vez más y más aprisa, sin tener en cuenta los ciclos vitales; toda actividad debe desarrollarse a la velocidad de la informática y a escala de grandes máquinas. “La economía acepta sin más los avances tecnológicos en vista del rédito, de la ganancia,… pero “el mercado no puede garantizar un desarrollo integral humano e inclusión social” que es requerido por el auténtico desarrollo sostenible (LS109).

La cultura del descarte: El paradigma económico y tecnocrático está íntimamente ligado a una cultura del descarte, lo cual afecta a los excluidos del paradigma dado que reduce rápidamente las cosas a basura (LS16, LS22, LS43).

Antropocentrismo: Francisco encuentra que la humanidad falla en entender su lugar en el mundo y su relación con la naturaleza. Las relaciones interpersonales y la protección de la vida humana deben ponerse por encima de cualquier razonamiento técnico. Por ello también la preocupación ambiental “es asimismo incompatible con la justificación del aborto” (LS120).

Relativismo práctico: la degradación ambiental y la degradación social son resultado de ver “todo como irrelevante a no ser que sirva a los propios intereses inmediatos” (LS122).

Necesidad de preservar el empleo: La ecología integral que propone Francisco requiere considerar el valor del trabajo de manera que todo el mundo pueda trabajar. Es un “mal negocio para la sociedad” dejar de invertir en las personas para simplemente obtener un mayor rédito inmediato (LS128).

Innovaciones biotecnológicas. El tema de los organismos genéticamente modificados es una “cuestión ambiental compleja” que exige una mirada integral (LS135). Por un lado han ayudado a resolver problemas, pero trae aparejados dificultades tales como la concentración de tierra “en mano de unos pocos”, amenazando a los pequeños productores, la biodiversidad y los ecosistemas (cf. LS134).

El capítulo 4, titulado “una ecología integral”, explora el Nuevo paradigma de la justicia integral ecológica que significa que “Hoy el análisis de los problemas ambientales es inseparable del análisis de los contextos humanos, familiares, laborales, urbanos, y de la relación de cada persona consigo misma, que genera un determinado modo de relacionarse con los demás y con el ambiente” (LS141). Las soluciones deben estar basada en “la opción preferencial por los más pobres de nuestros hermanos y hermanas” (LS158).

El capítulo 5, titulado “algunas líneas de orientación y acción, invita al diálogo. Francisco enfatiza la necesidad de un “debate honesto y abierto, de manera tal que los intereses particulares o las ideologías no afecten al bien común” (LS188).

La Iglesia no pretende establecer cuestionamientos científicos o reemplazar la política, pero puede promover el diálogo sobre la gobernabilidad local y global, sobre la toma transparente de decisiones, sobre el uso sustentable de los recursos naturales, y puede alentar el diálogo respetuoso con otras personas de fe y con el mundo científico.

El capítulo 6 propone educación y espiritualidad ecológica para reorientar el rumbo de la humanidad. El Papa urge a las escuelas, familias, medios de comunicación y las comunidades de fe a ayudar en la reorientación de los hábitos y comportamientos de las personas (cf. LS213). Superar el individualismo, al cambiar los estilos de vida y las opciones de consumo, puede influir en aquellos que ostentan poder político, económico y social, generando cambios significativos en la sociedad (cf. LS206).

Asimismo se enfatiza la figura de San Francisco de Asís como modelo de un cometido apasionado de la protección del mundo, caracterizado por la gratitud y la generosidad, la creatividad y el entusiasmo (cf. LS218). La enseñanza de San Juan de la Cruz sobre la belleza de la creación, obra del Dios Amado, puede ser incentivo de cuidado y fuente de admiración (cf. LS234).

Finalmente el capítulo concluye con dos oraciones que muestran cómo la fe en Dios puede dar forma e inspirar nuestro cuidado por el ambiente (cf. LS 246). Los sacramentos, la Santísima Trinidad, el modelo de la Sagrada Familia, la actitud contemplativa de nuestras espiritualidades tradicionales y nuestra esperanza en la vida eterna, pueden enseñar, motivar y fortalecer en nosotros la capacidad de proteger el mundo natural que Dios nos ha dado.

* Eduardo Agosta Scarel es Doctor de la Universidad de Buenos Aires en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos. Es Investigador Adjunto del CONICET en el Equipo de Estudios en Clima, Ambiente y Sociedad de la Facultad de Cs. Fisicomatemáticas e Ingeniería